miércoles, 18 de febrero de 2015

Ética y Educación

Introducción

En la época de hoy nos encontramos con estructuras que se encuentran sumergidas en una crisis que esta planteada a todo nivel: Económico, Político, Educativo, (Sector al cual se le endosa una alta cuota de responsabilidad), Religioso, Militar, Gremial, e incluso de orden Moral. Muchas personas manifiestan que la solución a esta diversidad de crisis se puede abordar desde un punto de vista educativo fundamentalmente.
La ética y la educación son conceptos que se unen entorno al ser humano, ya que este es esencialmente personal y comunitario. Podríamos decir que el ser humano satisface a su naturaleza cuando establece relaciones de sentido con la humanidad por medio de las comunicaciones, puesto que, esta en su esencia. Educación proviene del vocablo educere, que significa conducir, guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que está implícito, además también consiste en lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer lo que constituye a los valores educativos que se nos entrega desde infantes siendo estos muy fundamentales. Es decir, la educación muestra el modo en que podemos lograr lo propuesto en la normativa, en tanto, la ética dicta que es lo que hay que hacer. Tanto la ética como la educación se combinan de forma viceversa.
Este conjunto de educación y ética juega un papel fundamental en lo que es la construcción de un cambio para nuestra sociedad ya que ciertamente la ética regula necesariamente la actividad educacional, convirtiendo a la educación en la dimensión perfeccionadora de todas las otras estructuras de la sociedad en la que vivimos.

Ética y educación

La educación y la educación ética son partes imprescindibles de cualquier formación humana. No se puede formar solamente a las personas desde el punto de vista laboral; formarles para que sepan apretar botones o para que cumplan funciones más o menos gestoras, sin haberles formado la capacidad de convivencia y ciudadanía, que no surge naturalmente de las personas.
Por eso partiremos explicando textualmente lo que es ética y lo que es educación para luego definirlos en conjunto .La ética es la ciencia que, al estudiar la conducta humana en cuanto al deber ser, traduce sus principios a exigencias prácticas que deben regular cualquier actividad, incluyendo el estudio de la misma. Esta exigencia, es tan importante que, al normar desde un comienzo de las actividades se genera una paradoja que implica, por un lado, una responsabilidad inmediata práctica, traducida a la buena o correcta voluntad de actuar bien y, por otro, la posibilidad teórica de descubrir principios éticos que pudieran contradecir la conducta eventual relacionada con tal estudio. En otras palabras, la conciencia moralmente recta puede, eventualmente, contraponerse a una conciencia éticamente errónea.
De la ética surge el fundamento teórico de la moralidad de los actos humanos. Sin embargo, la moralidad es una exigencia que ha derivado de las costumbres de los pueblos y se impone por la conciencia moral nacida de esas costumbres. Esto suele llevar a erróneas conclusiones en torno a la universalidad de los principios éticos, al confundirse los ethos culturales con principios subyacentes que implican necesariamente una conciencia recta aunque, jamás, absolutamente verdadera; pero, tampoco, plenamente falsa, como puede apreciarse en las diferentes culturas. Es esa conciencia moral la que obliga a actuar responsablemente con el conocimiento ético de que se dispone en un determinada cultura y tiempo histórico. De esta forma, si la ética en cuanto ciencia se atiene a los principios de neutralidad objetiva, la eticidad de los actos humanos obliga a actuar responsablemente siempre.

ÉTICA.
Estamos obligados a actuar éticamente siempre. Reiteramos que, si el estudio de la ética en cuanto ciencia nos lleva a establecer la misma actitud de neutralidad científica como lo enfatizaron los positivistas lógicos a principios del siglo XX, la moralidad de nuestros actos es una responsabilidad permanente que nos obliga a actuar aquí, ahora y siempre en forma recta.
Lo único que se determina, entonces, permanentemente en todo proceso educativo es la eticidad o moralidad. La educación debe corresponder a una educatividad profesional, desde el punto de vista del conocimiento exigido por los tiempos y también de las exigencias o responsabilidades éticas per se. Toda profesión debe generar intrínsicamente una ética profesional que décuentas de la variedad de situaciones contingenciales relativas a la carrera correspondiente.
Entonces es bueno y, es preciso reflexionar sobre la exigencia moral de la práctica educativa con la pretensión de resaltar que se trata de una tarea intrínsecamente moral en donde necesariamente intervienen nuestros juicios y valoraciones.
Es la educación en ética que se imparte en los centros de enseñanza. Puede articularse a través de asignaturas como filosofíareligión, catequesis, ciencias sociales y ética, además de formaciones específicas (educación sexual, para la no-discriminación, etc.) y en tutoría. Los temas de ética se tratan de forma transversal en el resto de materias de la educación formal, sean comunes u optativas. La educación ética y en valores puede ser entendida como una reflexión sobre la moral, o como un espacio para practicarla. Entendiendo moral como la práctica de los valores de una comunidad determinada.
El objetivo central del proceso de educación ética, consiste en perseguir la construcción de una personalidad ética sólida, apoyada en el desarrollo de una conciencia moral autónoma.
Estos tres niveles serían:
1. El desarrollo de un fuerte "sentido de vida". Esto implica la capacidad de dar respuesta personal y autónoma a la pregunta fundamental de la vida. Esta pregunta puede formularse de modos diversos según sea el marco socio-cultural y familiar de cada persona (p.ej. ¿Qué puedo esperar de la vida, o de mí mismo?, ¿Para qué existo? ¿Qué quiere Dios, o la historia, o..., de mí?, etc.). No obstante esa variedad de formulaciones, o inclusive, no obstante el hecho de que no esté tematizada por la persona, la pregunta siempre existe en cada ser humano.
2. El desarrollo de un "proyecto de vidaconcreto y realizable. La construcción de un proyecto de vida supone el intento consciente y deliberado de procurar la mayor coherencia personal posible, como camino de realización, definiendo para ello las opciones históricas que, de cara al futuro, hagan posible la concreción real de los propios ideales y de la propia escala de valores.
3. El desarrollo de una "estructura ética personal", capaz de viabilizar y sostener los contenidos éticos de la propia vida. La existencia de las normas morales siempre ha afectado a la persona humana, ya que desde pequeños captamos por diversos medios la existencia de dichas normas, y de hecho, siempre somos afectados por ellas en forma de consejo, de orden o en otros casos como una obligación o prohibición, pero siempre con el fin de tratar de orientar e incluso determinar la conducta humana.
Sólo una educación que busque adecuarse a lo que el ser humano es en esencia, podrá ser realmente educativa. Permítaseme citar dos ideas sobre el hombre:
Una idea, supone que el hombre es un producto de la materia y, en una posición filosófica materialista, se expresa en un monismo por el cual toda ciencia natural es el estudio de las complicaciones de ella. Desde esta perspectiva, la física, la química, la biología y hasta la psicología son ciencias naturales. La vida no es otra cosa que la capacidad que adquiere o tiene la materia de producir, transmitir y crear información. Por su parte, el psiquismo humano, producto de su sistema nervioso, sigue siendo material. El resultado más interesante del cerebro, la conciencia, debería entenderse como un fenómeno complejo, pero en última instancia, natural. Por ende, digno de ser estudiado como tal.
Otra idea, supone que la materia no es el único componente que explica al hombre; éste es un compuesto de alma y cuerpo, a la manera aristotélico-tomista en la cual, según la teoría hilemórfica, el alma es la forma y el cuerpo la materia dándose así una unidad esencial que corresponde a una sola substancia. En una variante de esta idea, se puede suponer también un dualismo a la manera cartesiana; en este caso, el hombre resulta ser dos substancias unidas accidentalmente. De esta forma, E. Mounier(1968) dirá al explicar las estructuras del universo personal: "El hombre, así como es espíritu, es también un cuerpo. Totalmente "cuerpo" y totalmente "espíritu."



Objetivos valores y virtudes en busca de la perfección moral

  • La precisión en el cálculo, porque se dice que mirar el resultado es ignorar el método que condujo a él (cuando lo cierto es que sólo un buen método conduce al resultado correcto, salvo casos fortuitos).
  • La expresividad oral, porque ejercitar al alumno en dicción, oratoria y articulación verbal lo somete a la presión de hablar en público, y eso aparentemente es traumático (cuando lo cierto es que sólo enfrentando los miedos se vence la timidez y sólo hablando a otros se puede verificar el valor comunicacional de lo que se dice).
  • La ortografía, porque -además de las razones ya citadas- exige un nivel de lectura difícil de alcanzar en competencia con la televisión y una práctica que es vista como excesivamente conductista (cuando sólo practicando se fijan visualmente las palabras bien escritas, y únicamente leyendo se adquiere vocabulario con la ortografía correcta incluida).
  • El hábito de la lectura, por lo dicho y porque se ve como inmoral que en una sociedad con desigual acceso a la riqueza unos puedan tener libros y otros no. Ésto ha llevado a suprimir directamente los textos en la escuela, lo cual es probablemente mucho más inmoral todavía porque eterniza una carencia en lugar de subsanarla en sus raíces.
  • La perspectiva histórica, porque enseñar fechas o referenciar el pasado a través de sus protagonistas o de los hechos más relevantes en forma secuencial es tenido por antediluviano, al apoyarse fuertemente en la memoria (cuando lo cierto es que necesitamos de la memoria; aprender hechos históricos es una buena manera de ejercitarla, y nos provee de hitos referenciales que ponen todo el proceso evolutivo de la cultura en contexto).
  • La paciencia, porque cualquier técnica que permita adquirirla implica poner restricciones a algo, y toda restricción es vista como un acto de autoritarismo (cuando lo cierto es que la sociedad entera se organiza en función de restricciones que a toda hora nos demandan paciencia y autocontrol).
  • La capacidad de análisis, porque aún cuando se diga estimularla, se considera "preferible" que el alumno analice bajo sus propias reglas y que utilice nada más que los antecedentes que tiene a mano o los que le interesan, con lo cual los resultados del raciocinio se vuelven inciertos, subjetivos, y a la larga imprácticos. Enseñar silogismos es muy esquemático; mostrar ejemplos de razonamiento es conductista; dar los antecedentes completos es impedir la investigación; proponer conclusiones es influenciar indebidamente (cuando lo cierto es que se aprende a razonar razonando, pero no alocadamente, sino partiendo de reglas más viejas que el mundo, que luego -y sólo luego- de asimiladas podrán violarse creativamente).
  • La capacidad de trabajar duro y de acometer tareas difíciles, porque nadie prefiere lo que le es gravoso y se teme que al estudiante no le interese realizar sacrificio alguno (cuando la verdad es que nada produce más satisfacción que aquello que nos ha costado mucho esfuerzo, y que la mayor parte del conocimiento útil es árido y difícil de adquirir).

Conclusión

¿Cómo la sociedad esta dispuesta a vivir sin una norma que nos eduque? Muchos estamos de acuerdo a que nuestra sociedad no esta dispuesta a vivir sin valores y por sobre todo sin normas que lleven a un buen desempeño a nuestra educación.
Según esta situación podemos dar una serie de características propias de esta. Encontramos perspectivas filosóficas, que consideran de nuevas expresiones humanas aún no desarrolladas ni necesariamente conocidas, la perspectiva psicológica que determina que la educación integral implica el desarrollo de todo el ser humano; los factores conativo-volitivos, epistémico-cognoscitivo, afectivo-emotivos, y, por último, hasta somático-físico, son fundamentales en la elaboración de los currícula en todos los niveles del proceso educativo.
En lo que respecta a la educación integral, el análisis de esta realidad y de los cambios necesarios no sólo permite formular ya los objetivos últimos y los operativos que la educación debe proponerse, si no también comprender
Los valores morales e intelectuales constituyen lo esencial de todo proceso y producto educativo.
No sólo nombramos la educación si no también la moral como una parte fundamental en la educación que obliga a actuar responsablemente con el conocimiento ético que se dispone en una determinada cultura y en un determinado tiempo. El estudio de ética en cuanto a ciencia nos lleva a descifrar que la moralidad es una responsabilidad permanente que nos obliga a actuar en el pasado, en el presente y en el futuro en forma recta.
Determinando esto podemos decir que, lo que llega al procedimiento educativo es simplemente la eticidad o moralidad.


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